Cómo comprar un motor de puerta seccional
Una puerta seccional bien instalada necesita un motor adecuado. Elegir cualquier equipo solo por precio puede generar problemas de fuerza, ruido, fallas prematuras o reclamos del cliente. Por eso es clave definir el motor correcto para cada proyecto.
Como instalador o empresa constructora, tu objetivo es ofrecer una solución completa: puerta + motor + accesorios de seguridad. A continuación verás los criterios básicos que debes considerar antes de cotizar.
- 1. Peso y dimensiones de la puerta. Todo motor tiene una capacidad máxima en kilos y metros cuadrados. Siempre verifica el peso estimado del panel seccional (incluyendo herrajes) y elige un equipo con margen de fuerza para evitar trabajar al límite.
- 2. Frecuencia de uso. No es lo mismo una puerta residencial que se abre 4–6 veces al día que una puerta de condominio o almacén con decenas de ciclos diarios. Para usos intensivos, prioriza motores de servicio pesado con componentes reforzados.
- 3. Nivel de ruido permitido. En viviendas y oficinas, el cliente valora aperturas silenciosas. Prefiere motores diseñados para bajo nivel de ruido, con riel de transmisión suave y buena amortiguación de vibraciones.
- 4. Condiciones de clima. Temperaturas extremas, humedad o ambientes salinos exigen equipos preparados: grado de protección adecuado, componentes tratados contra corrosión y lubricantes específicos. Esto alarga la vida útil del motor.
- 5. Seguridad y accesorios. Verifica que el motor permita integrar fotoceldas, luz de cortesía, desbloqueo manual y sistemas de cierre seguro. En proyectos residenciales y comerciales, estos detalles son cada vez más valorados.
- 6. Tensión y consumo eléctrico. Define si trabajarás con 110V o 220V según la instalación disponible, y revisa el consumo para evitar sobrecargar circuitos existentes.
Más allá de las especificaciones técnicas, es importante considerar el soporte de la marca. Un motor confiable necesita repuestos, garantía clara y asesoría en caso de dudas de instalación. Eso reduce tiempos muertos y te da tranquilidad frente al cliente final.
Cuando presentes tu propuesta, explícale al cliente por qué elegiste ese modelo de motor: relaciona la capacidad de carga, la frecuencia de uso y la seguridad con las necesidades reales del proyecto. Así tu cotización deja de ser “un precio más” y se convierte en una solución profesional.
En resumen, comprar un motor de puerta seccional no es solo elegir una potencia. Es analizar el contexto de uso, el tipo de puerta, el entorno y el nivel de confort que el cliente espera. Si dedicas unos minutos a hacer las preguntas correctas, tendrás instalaciones más duraderas y clientes más satisfechos.
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